Según el Instituto Nacional de Estadística, aproximadamente 1.500.000 españoles con derecho a voto residen en el extranjero. ¡Es, aproximadamente, el equivalente a toda la población de la ciudad de Barcelona! Sin embargo, a diferencia de los españoles residentes en territorio nacional y en contra de toda lógica, ese millón y medio de ciudadanos con derecho constitucional de sufragio se ve privado de facto de ejercer el más básico de los derechos de los sistemas democráticos en virtud del artículo 75 de la ley orgánica 5/1985, de 19 de junio, que dispone que "los españoles inscritos en el censo de los electores residentes ausentes que viven en el extranjero deberán formular mediante impreso oficial la solicitud de voto dirigida a la correspondiente Delegacion Provincial de la Oficina del Censo".
Es decir, los españoles con derecho a voto que residen fuera del territorio nacional tienen que pedir permiso para poder ejercer su derecho.
La única manera de terminar con la discriminación del enorme colectivo de los expatriados en las elecciones es hacerse oír, exigir nuestro derecho.
Por eso hemos puesto en marcha una reclamación masiva cuyo fin es lograr que todos los ciudadanos españoles puedan ejercer su derecho de sufragio en igualdad de condiciones, sin ser discriminados por su lugar de residencia.
La acción de protesta masiva ya ha sido emprendida por varias decenas de expatriados. Si logramos que no sean varias decenas, sino varios cientos, o varios miles, lograremos también que se nos oiga y que las cosas cambien. No olvidemos que los expatriados decantaron las elecciones italianas hace pocas legislaturas y tienen un peso fundamental en países como Ecuador o Rumanía. Los españoles residentes en el extranjero sumamos un millón y medio de votos: todos juntos constituirían una de las mayores circunscripciones de España y podrían ser decisivos.
Todos los expatriados deberían reclamar por haber sido discriminados, tanto los que sí hayan logrado enviar la solicitud como los que no lo hayan logrado. Los residentes en territorio nacional deberían presentar también la reclamación, dado que un millón y medio de electores se ven excluidos de las elecciones, cuyos resultados, pues, estarán falseados.
En los enlaces ofrecemos un modelo de reclamación. Por supuesto,cada cual lo puede adaptar a sus circunstancias personales o escribir la reclamación como desee, sin seguir el modelo. Las reclamaciones deben dirigirse a: Junta Electoral Central, Carrera de San Jerónimo, 36, 28071 Madrid.
Modelo para expatriados que no han logrado mandar la solicitud de voto
Modelo para expatriados que sí han logrado enviar la solicitud de voto
El Defensor del Pueblo defiende a los ciudadanos cuyos derechos se han visto violados. La petición se puede presentar en línea: https://www.defensordelpueblo.es/es/Queja/presenta/modalidad.jsf
La queja de cada cual debería ser la de cada cual, es decir, los que aún no tengan las papeletas, que se quejen porque aún no les han llegado; los que no pudieron enviar la solicitud, por no haber podido; los que sí la enviaron, por haberse visto obligados a enviarla; los residentes en España, porque hay 1.500.000 conciudadanos discriminados.
El Parlamento Europeo es el foro de representación de los ciudadanos de toda la Unión Europea y ofrece medios para hacer llegar la voz del ciudadano mucho más ágiles que los de los parlamentos nacionales. Una de las herramientas más eficaces para hacer sentir la propia voz en el Parlamento Europeo son las peticiones.
Como ciudadanos de un estado miembro de la Unión sometidos por nuestro estado a la privación de nuestro derecho de sufragio, es nuestro derecho y nuestra responsabilidad que el Parlamento Europeo lo sepa y pueda tomar medidas para que España corrija su proceder.
Se pueden presentar peticiones ante el Parlamento Europeo en el siguiente enlace: https://www.secure.europarl.europa.eu/parliament/public/petition/secured/submit.do?language=ES
Modelo de petición ante el Parlamento EuropeoLos residentes en el extranjero se encuentran muy dispersos y en situaciones vitales generalmente complejas, por lo que su capacidad de coordinación es mínima. Es esencial, para lograr el mayor impacto posible, que cada cual difunda esta iniciativa entre todas las personas que conozca. Cuantas más voces se oigan, más fácil será lograr que la discriminación de un millón y medio de conciudadanos termine de una vez para siempre.
Asimismo, es fundamental que inundemos la prensa con cartas al director, llamadas telefónicas y correos electrónicos de protesta por la discriminación electoral de los expatriados. Hasta ahora los medios de comunicación y casi todos los partidos han ignorado a las varias decenas que ya estamos protestando. Cuando seamos varios cientos o varios miles los que les escriben, empezarán a considerarlo noticia.